martes, 31 de enero de 2012

La importancia de una buena partitura

Fuí a ver El Topo hará un par de semanas sin saber que Alberto Iglesias era el compositor. Y lo reconocí. Al término de la misma, me quedé impaciente para ver los títulos de crédito y... et voilà. Solo por este motivo, tenía que dedicarle un post. Hoy, de casualidad, leo esta entrevista en El País. Y aquí está.



Todavía conservo en mi memoria los acordes de El jardinero fiel. No ví, sin embargo, Cometas en el cielo, su segunda nominación al Oscar. Veremos qué pasa con esta tercera nominación por El Topo, mientras que La Piel que habito, de Pedro Almodóvar, sigue en cartel con su música también.

El Topo es, sin duda, una de las grandes películas que permanecen en cartelera. Está basada en la novela y en la serie de John le Carré de 1974: Tinker, Tailor, Soldier, Spy. Es un homenaje al cine en su sentido más puro y literal. Tomas Alfredson, su director, se toma su tiempo -como buen sueco- y maneja a los actores (Gary Oldman está sublime) con enorme maestría.

Confieso que la banda sonora de una película es de gran importancia para mi percepción de la misma. Y hay escenas de El topo en la que las notas del donostiarra Alberto Iglesias le otorgan el punto exacto de intriga, de tensión, de calma, de emoción, de traición o lealtad que precisan en cada momento.

Algo así me pasaba -que nadie se moleste por si la comparación es o no apropiada- con el británico John Barry. Y ahora que se cumple un año de su fallecimiento, no quería dejar de mencionarlo. Aunque sólo sea por esos vuelos en avioneta de Meryl Streep y Robert Redford. Porque esas notas no se olvidan.

En fin. Fabulosa soundtrack. Así, sin más. Enhorabuena, pues, a a su director y la mejor de las suertes en la próxima entrega de los Oscar. Disfrutadla si podéis.

domingo, 29 de enero de 2012

Iolanta&Perséphone

Hacía meses que no comentaba nada acerca de ninguna ópera del Teatro Real. Así que vamos allá. Me tocó el jueves pasado. Iolanta de Piotr Ilich Chaikovski y Perséphone de Igor Stravinski.

Peter Sellars está dirigiendo en el real estas dos óperas, en lo que ha supuesto un estreno mundial.

Advertencia. Ya os lo he comentado en alguna ocasión. Al igual que cuando describo mis sensaciones al ver algún largometraje, obra de teatro, exposición o tras visitar cualquier restaurante, mis impresiones son las que son: mías. NO pretendo nada, tan sólo transmitiros lo que me transmitieron a mi, mis percepciones, mis vibraciones inmediatas y demás. Sin apenas reflexión. Lo que te llega o no a entrar por tus sentidos.

He ido al Liceo durante muchos años y ahora, por motivos de "reubicación" lo suelo hacer más a menudo en el Teatro Real. Aún así, considero que mi criterio "cinematográfico" es más "atinado" y mucho más elaborado, pero no quiero dejar de comentar estas dos pequeñas pero intensas óperas.

Os puedo asegurar que me llegó y emocionó tremendamente Iolanta. Por muchos motivos. Así, de entrada, Ekaterina Scherbachenko (Iolanta) me fascinó. La fuerza que ella y toda la pieza con su música me transmiten me parecen de una belleza absoluta. En cuanto a su historia, se narra la vida de la hija ciega de un rey, que no desea que ésta lo sepa, con lo que decide no hablarle ni de la belleza ni de la luz... en plena Rusia Imperial. Teodor Currentzis, un joven director de orquesta griego, se entrega con fuerza en ambas piezas.

Perséphone es quizá, más radical. Mitos, conjunciones planetarias, toda una metáfora de la resurrección de la vida que, debo admitir, me mantuvo más alejada. Me penetró en menor medida. Bien es cierto que Dominique Blanc (Perséphone) -actriz francesa de fama internacional- no canta, sino recita, junto al tenor Paul Groves y un grupo de bailarines camboyanos. Algo que quizás "endurezca" la pieza.

Merece la pena, de todas maneras, asomar al Real para contemplar y disfrutar de estas dos óperas. Una hora y media de duración la primera, y casi una hora la segunda, hacen que pases una velada realmente agradable, abstrayéndote de la pura y dura cotidianedad en aras de una delicadeza de lo más apetecible.

jueves, 26 de enero de 2012

miércoles, 25 de enero de 2012

La pesadez de autoafirmarse

Abrumadora pereza. Venga. Otra vez. Artur Mas ha alertado de que "el pueblo de Catalunya debe prepararse para actos de autoafirmación, que quizás romperán un poco las costuras de la Constitución y el Estatuto, muy rígidamente interpretados."




El ansiado pacto fiscal nubla los ojos. El espíritu Braveheart planea desde hace tiempo. Se arenga a las masas y se suceden las encuestas una tras otra a ver si se ha arrancado alguna décima y podemos abordar una consulta que nos dé el resultado que queremos. Como en Quebec, vamos. Una consulta tras otra y a ver si así, algún día, quizás...

Lo que debo admitir que me ha sorprendido ligeramente -no demasiado, pero sí en cierto modo- es que el Molt Honorable estuviera tan encantado con esta situación. Con el tira y afloja permanente, que ya iniciara su predecedor convergente, pero cuya cuerda flojeando ya por todas sus costuras. Peligrosísimo camino el escogido, si me permiten los señores de CiU. Peligroso y con letales consecuencias. Y será, mucho me temo, tarde, para cuando se hayan dado cuenta.

Los caminos que el sr. Mas define como "caminos de autoafirmación de país" son agotadores. Y más todavía cuando siguen confundiendo a su partido, a la Generalitat y a Cataluña como si de una misma cosa se tratara. Y eso, es todavía más peligroso. Porque siempre olvida que hay  quienes amamos a nuestra tierra sin necesidad de "autoafirmarnos", que bastante trabajo tenemos con nuestra lucha diaria.

Olvidan también que hay más de una manera para querer a tu tierra. Y que no se la quiere menos por desear verla integrada en un gran proyecto español, como parte esencial del mismo, desde la lealtad y la colaboración mutua. Porque Cataluña ha sido muy grande. Y lo ha sido junto con el resto de España.

Y eso, que para algunos de vosotros será de una obviedad manifiesta, es -creedme- tremendamente complicado. Ya lo voy diciendo desde hace tiempo. Estoy exhausta. Pero lo peor es que me da una pereza brutal, que es -en mi caso- mucho más preocupante.

jueves, 19 de enero de 2012

Más sobre el capi...

Siguiendo con el post anterior, cuelgo aquí la secuencia de los acontecimientos que ha publicado hoy El Mundo en su versión digital y que no tienen desperdicio.


El barco, en la costa de Giglio. |Afp


Y como si no fuera por lo dramático de la situación, estaríamos asistiendo ahora mismo a una auténtica y genuina comedia italiana, aquí tenéis otra noticia al respecto de la búsqueda de una chica de 25 años que, según parece, se encontraba con el capitán en el momento de la catástrofe...

Traerá cola este accidente. Eso está claro. Pero asistiremos, poco a poco, a una cadena de despropósitos que nos conducirán al origen real del asunto. Y no quiero precipitarme pero es tan antiguo como nuestra humanidad.

martes, 17 de enero de 2012

Il Salutone di Francesco...

Costa Concordia

Tras el naugragio del Costa Concordia frente a la isla de Giglio, todas las hipótesis parecen tomar forma y las culpas se centran, por el momento, sobre el capitán de la nave.

Al parecer, Francesco Schettino, pretendió acercarse lo máximo a la costa para hacer un "salutone", una especie de reverencia a la isla en homenaje al maitre, oriundo de la zona. Don Francesco, que permanece detenido acusado de grave negligencia y abandono de la nave, iba "enfiestado" según numerosos testimonios y quiso pasar en plan Tom Cruise en Top Gun cuando hacía sus "pasaditas" por la torre de control, pero en su versión náutica.

En cuanto vi las imágenes, nada me sorprendió. Ni siquiera nosotros, con una embarcación de 7 m de eslora nos acercamos tanto a una zona tan escarpada y rocosa. Más que evidente. Elemental. Así que no me sorprende que Francesco estuviera en condiciones "dudosas" y decidiera, así, marcar sus jeans a toda luz y color.

El remate es el comportamiento tan poco acorde a los mínimos requeridos para ostentar el cargo de Capitán. ¿Dónde están el pundonor y la responsabilidad? Reprochable y reprobable gesto el de abandonar el barco a la menor ocasión. Sin desperdicio son las conversaciones con Capitanía de Puertos, donde se pone de manifiesto el engaño y la cobardía.

Nunca crees que algo va a suceder hasta que sucede. Y no conozco al personaje, con lo que quizás mis impresiones son precipitadas. Pero bote pronto, me da la  pinta que Francesco se había relajado demasiado tras tantas travesías y tantos piropos a su uniforme blanco impoluto. Como si lo viera. Triunfaba entre el personal hasta convertirse en un chulito de manual.

Por fortuna, este comportamiento, contrasta con el del Comisario Jefe de a bordo, Marrico Giampetroni, quien ha sido rescatado tras permanecer inmóvil 36 horas al caérsele encima de su pierna un frigorífico, mientras repasaba algunos de los camarotes para rescatar a más pasajeros. Esta actitud nos devuelve la fe y la esperanza en la condición humana y el coraje.

Mientras, y además de los 7 fallecidos, 29 personas siguen desaparecidas. Y todo, por lo que parece apuntar a un capricho del responsable de más de 4000 personas y de una embarcación de 300 m de eslora. Parece una comedia italiana, pero no. Ha sucedido por desgracia.

No sabemos si el "saludo mortal" servirá por lo menos para revisar algunas posibles negligencias potenciales. Veremos.

lunes, 16 de enero de 2012

Manuel Fraga:El padre de la Refundación

Ayer noche fallecía en su casa de Madrid Manuel Fraga Iribarne a los 89 años. A partir de entonces hemos podido leer perfiles de todo tipo, obituarios más cercanos, más respetuosos o más rencorosos. De todo hay.

No seré yo quien dibuje un perfil de alguien por todos conocido. Aunque una cosa sí me gustaría apuntar. Corrían los años 80 y una servidora, en plena adolescencia, devoraba los debates políticos. Recuerdo a José María Ruíz-Gallardón. A Óscar Alzaga. A José Antonio Segurado. A José Luis Herrero de Miñón. Y a tantos otros.

Una joven catalana que seguía los pasos muy de cerca a la todavía Alianza Popular. Lo confieso aquí sin tapujos. Llegué a conocer posteriormenete algunos de sus entresijos. Y por ello puedo verificar que fue Manuel Fraga y no otro quien decidió iniciar el proceso de refundación del Partido Popular, integrando a los demócratacristianos del PDP y a los liberales del PL, junto a los conservadores de AP, así como a buena parte de los exmiembros de la UCD.

Fue así y no de otro modo como empezó la aventura seria y con posibilidades de la derecha democrática española. Fraga, consciente de sus propias limitaciones, cedió su testigo a José María Aznar para que éste capitaneara la nave. Recordemos el Congreso de 1990 en Sevilla:



Todavía conservo en mi memoria los ojos humedecidos de un jovencísimo José María Aznar al romper junto a él -en una imagen ya histórica- Manuel Fraga su carta blanca de dimisión en un gesto de plena confianza mutua.

Ahí empezó todo. Pero no olvidemos que el camino lo empezó a andar el padre fundador. Y José María Aznar lo pilotó de manera magistral. Mantuvo el partido más unido que nunca y lo llevó al Gobierno en el año 1996.

Ministro franquista y Padre de la Constitución. Figura tan amada como odiada. Cultísimo, hombre de manifiesta entrega y vocación de servicio público. Más autonomista que nadie cuando gobernó en su amada Galicia. Personaje, sin duda, de enorme trascendencia en nuestra historia política reciente. Que descanse en Paz.

Y quiero terminar destacando el post que le dedica mi admirado y querido periodista y escritor Germán Yanke, de cuyo Blog soy una completa entusiasta. Espero no me tenga en cuenta su reproducción absoluta del mismo. Aquí está. Merece la pena su lectura.

jueves, 12 de enero de 2012

lunes, 9 de enero de 2012

The Iron Lady: Back to Basics

 
Fascinada todavía por la soberbia actuación de Meryl Streep -algo nada sorprendente, por otro lado- os advierto que me va a costar ser minimamente objetiva con The iron Lady. De hecho, casi ni lo voy a intentar. Me he dejado atrapar. Y con gusto. Además, qué caray, necesitaba un subidón con un buena dosis de Maggie.
 
Brutal. Sencillamente brutal la encarnación del personaje. (Cuelgo aquí una entrevista a la actriz) Y así, a brochazos, sí deseo apuntar unas cuestiones.
 
Para empezar, se echa de menos una mayor profundización en la trayectoria de Margaret Thatcher, sin necesidad de recurrir en tantas ocasiones al flashback. Eché en falta su ascenso dentro del partido, su lucha contra el IRA, el proceso de sus tomas de decisiones. A pesar de que uno de los más conocidos es el episodio -que tan bien recordaba de sus memorias- con respecto a la Guerra de las Malvinas y el hundimiento del Belgrano: Húndanlo! La escena es demoledora. Sus ojos azules contemplando la maqueta donde se ha diseñado la estrategia a seguir por las Fuerzas Armadas, ella sola observando una y otra vez el tablero para tomar la decisión que ella cree la más correcta pensando en el futuro del Reino Unido.
 
Me gusta -esto es un asunto mío personal- cómo se reivindica la figura de su marido, Denis, y lo importante que, de hecho, fue en su vida. No podemos olvidar que Denis le financió su campaña electoral en la que obtuvo su escaño por Finchley y su primer y más profundo admirador. Otro personaje muy influyente, su padre, también aparece. Un tendero metido en política municipal que, sin duda, forjó los principios en los que su hija creyó a pies juntillas y desarrolló hasta el último día de su mandato, cuya polémica Poll Tax hizo que su propio partido le instara a abandonar.Too much...
 
Hay una escena fantástica. Ella, ya anciana -el film abusa de su etapa más senil en lugar de centrarse en la de esplendor, a pesar de que la humaniza notablemente- ofrece una cena en casa. Al terminar, una de las comensales la felicita por el discurso que en su día ofreció en Brighton, tras el atentado de 1984 en el Grand Hotel, donde se hospedaba junto a su marido. Ella, sin pestañear, le dice: "Antes procurábamos hacer algo.... ahora tan sólo quieren ser alguien". Definitorio.
 
Pero me quedo con este momento glorioso: "Watch your thoughts for they become words. Watch your words for they become actions. Watch your actions for they become... habits. Watch your habits, for they become your character. And watch your character, for it becomes your destiny! What we think we become. My father always said that... and I think I´m fine"
 
("Vigila tus pensamientos, pues se convierten en palabras; vigila tus palabras, pues se convierten en acciones; vigila tus acciones pues se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos, pues éstos se convierten en tu carácter. Y vigila tu carácter, pues se convierte en tu destino! Nos convertimos en lo que pensamos. Mi padre siempre decía ésto... y creo que estoy bien”.)
 
Id a verla, no os defraudará. A los que os guste Margaret Thatcher, su filosofía y hoja de ruta, os reafirmará en ella, a pesar de salir con la sensación de querer más y más. Si habéis leído algunas de sus memorias, se os refresacarán varios de sus capítulos. Y a los que no os guste especialmente su figura o no os interese nada, supone un buen acercamiento. Un excelente biopic. A mi las bio -sobre todo de perfiles políticos- me gustan especialmente, lo confieso. De hecho, ya estoy impaciente por ver la de Hoover, a pesar de que el personaje, tras leer alguna biografía, me dejara espeluznada, francamente.
 
En fin, a unos y a otros, os digo que  la cinta es del todo recomendable. Aunque sólo sea por saber cuál es la diferencia entre el auténtico liderazgo y todo lo demás. Entre las convicciones y el cortoplacismo electoral. Entre lo que supone creer firmemente en la libertad y en el poder del individuo o en el colectivismo dirigido.
 
Y para saber, en definitiva, cuán fascinante es el personaje. Gracias, Maggie.
 
 

lunes, 2 de enero de 2012

¿Nos hace maleducados la tecnología?

Hoy no quiero escoger ninguna noticia para iniciar el Año con vosotros. Me voy a limitar a compartir con todos una sencilla reflexión que hace tiempo me ronda por mi cabecilla.

Veamos. Es un hecho evidente que las normas básicas de conducta van desapareciendo o nublándose a medida que una generación solapa a otra. Así, es frecuente ver cómo algo tan básico, sencillo y esencial como el "dejen salir antes de entrar" se obvia cada vez más con pasmosa naturalidad. Llamadme clásica, pero no lo soporto. Como tampoco tolero bien que no se respete la circulación peatonal por la derecha, o el subir una escalera mecánica ocupando su lado pertinente y dejando vía libre a su izquierda para aquéllos que deseen subir los peldaños a mayor velocidad. ¿A qué parece algo de cajón? Pues no lo debe ser. Porque no se cumple.

Sigo. Una simple ojeada a los comensales de un establecimiento nos dará una ligera idea de cómo éstos manejan los cubiertos y la servilleta; ésta -debidamente reposada sobre las piernas- debería ser utilizada como es debido y sobre todo, antes y después de dar algún sorbo de agua o de vino. Algo, por otro lado, que empieza a resultar francamente exótico. En cuanto a los cubiertos, el que menos te esperas, empuña el cuchillo cual arma de sílex en el Neandertal. Y otra cosa, éstos deben reposar en el plato, no fuera de él, ni apoyado cuales flechas a la espera de ser cargadas.

Y claro. Luego me sorprendo cuando alguien no contesta a un e.mail, a un sms, a una llamada. Pero todo va unido. Es el "dejen salir antes que entrar" 2.0. Hay normas no escritas que la gente educada conoce perfectamente. O las intuye. Y las cumple, porque son gente civilizada. Ni más ni menos.

La nuevas tecnologías nos han brindado una serie de oportunidades y avances memorables. Pero no sé si contribuyen a mejorar nuestras relaciones en el sentido más cívico. No lo creo. Porque en base a su inmediatez, en la recepción de correos electrónicos, por poner un común y habitual ejemplo, se da por hecho su recepción, no se valora suficientemente la presencia de éste y pasa a la carpeta de "olvidados" sin marca roja de ningún tipo. Consideran, algunos de ellos, que no precisa de contestación.

Unos dirán que están muy liados. Otros, que la norma no lo exige. A mi entender -que jamás, ni en épocas asfixiantes de trabajo he dejado un mail, llamada o mensaje sin contestar- son simples maleducados. Y punto. Y la cadena no ha hecho más que extenderse.

Lo mismo ocurre con los "star tuiteros". Aunque lo curioso del asunto es que en no pocas ocasiones, cuanta mayor influencia o mayor "posición" de uno u otra, mayor es el "saber estar", tanto en la red como fuera de ella. Sin embargo, lo que suele pasar -como en tantos ámbitos- es el comportamiento del denominado "nuevo cargo"(por nuevo rico), al que le viene grande el "cargo" y a mayor responsabilidad, menor educación. "Si quieres conocer a Murillo, dale un carguillo..." que decía mi abuela. Y esos que son seguidos por miles y sólo siguen a una decena.... Esos son mi especie favorita de análisis. Muchos de ellos, relacionados directamente con la ausencia absoluta de educación. Lógico. El ego no les cabe en sus 140 caracteres que tienen por pantalón.

Y el ámbito político no escapa a ello, por supuesto. Y tanto da el color. Abundan en todas partes.
Porque se empieza por no dejar salir a alguien de un establecimiento y se acaba por gritar a un colaborador o no saludar a un ordenanza a su paso por el noble pasillo de turno.

¿Nos vuelve la tecnología maleducados o es que ya llegamos a ella en pésimas condiciones?

Mucho me temo cuál es la respuesta. Y de verdad, antes de emprender grandes acciones políticas, económicas, sociales, empresariales o cualquiera que sea el ámbito de actuación, creedme, un poquito de educación básica como la que antes nos enseñaban en casa y en el colegio, sería una excelente base de operaciones para el despegue de todo lo demás. E incluso un buen cuartel de invierno donde refugiarnos.

Así como un buen código de entendimiento en una sociedad que pretende ser civilizada, aunque sea ésta online. De veras. No es Matrix. Es una realidad.

Tan sólo se trata de educación. Y muchos de "ellos" encontrarán en ella la respuesta. Ánimo.

Y por cierto, os deseo lo mejor en este 2012. No será fácil pero aquí nos veremos para compartirlo.