El espíritu de este cuaderno digital no es otro que el de reunir ideas,pensamientos,gustos cinematográficos o gastronómicos,lecturas estimulantes o viajes sugerentes.Me interesa todo aquello que tenga que ver con el ámbito social y político,me interesa la libertad y su búsqueda permanente,me interesan las diferencias entre la óptica femenina y masculina,me interesan,en definitiva,las personas y su encaje en una sociedad cada vez más compleja.Y me apetece contarlo en mi propio espacio.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Mitt Romney: Demasiado peso en popa
Pues sí. Venció en el "supermartes" pero le está costando despegar. A quien fuera un carismático Gobernador de Massachusetts, le ha costado ganar a su rival Rick Santorum en Ohio. Está -literalmente- sudando cada voto, cada apoyo.
Y es que, si me permitís, los republicanos americanos han entrado desde hace algún tiempo en un bucle competitivo por ver quién es más conservador. Y ahí, los miembros del Tea Party tienen mucho que decir. A Mitt Romney le ven demasiado moderado para el votante republicano.
Le está costando moverse cómodamente por los Estados del Sur. Ha ganado en Ohio, Virginia, Massachusetts, Vermont y Idaho. En estos momentos, tras los caucus de ayer, suma 386 delegados -según Associated Press, que cita el artículo de La Vanguardia- frente a los 156 que suma Santorum o los 85 de Gingrich. 40 son los que suma Ron Paul.
De la misma manera que mis queridos paisanos entraron hace tiempo en una especie de competición por demostrar quién de ellos es más nacionalista, los republicanos -salvando las distancias- decidieron competir por una evidente derechización.
Un tipo con Mitt Romney -dejando de lado su condición de mormón y que a muchos no les agrade demasiado- que ha sido Gobernador de uno de los Estados más "refinados", donde se concentra buena parte de los intelectuales de USA, con Harvard y el MIT a la cabeza, debería tener por sí mismo credenciales suficientes.
Acabará -imagino- buscando a un segundo mucho más conservador a quien llevar en el ticket para contentar, así, a buena parte del electorado que no quiere ver a Barack Obama ganar de nuevo las elecciones.
Veremos. No está fácil. La economía -buena parte del discurso del candidato republicano- parece que empieza a mostrar un aspecto algo más saludable. Aunque bien es cierto que en Vermont, Massachusetts, New Hampshire o Maine, de los que en verano suelo contaros "cosillas" al deambular por ellos desde hace unos cuantos años, la imagen de Barack Obama y su espíritu ha caído notablemente. En New England, demócratas y gente, digamos, algo más "europeizada" ya no hablan de su presidente demócrata como antes. Sus rostros ilusionados no son, desde luego, los mismos.
Porque lo que cuenta, en gran parte, es el precio del galón de gasoil. Y ahí es donde Mitt Romney intentará remontar el vuelo, aunque no sé yo si deberá "aligerar" algo la popa. Arriesgará?
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