Pues eso. Intenso día el de ayer en Barcelona con las declaraciones de Alfredo Pérez-Rubalcaba en las que apuntaba que no tiene lógica política que un Tribunal Constitucional modifique aquello que ya ha avalado un referéndum. Precioso gesto el del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Enternecedor. O sea, se aprueba un Estatut que vulnera claramente varios aspectos de la Constitución, se aprueba un referéndum en base a ello y el órgano competente en decidir al respecto, no puede. Debe quedarse al margen. Es eso, Sr. Rubalcaba, lo que quiere decir, no? Derechitos a la ley de la selva, pues.
Nunca pensé que los políticos españoles se echaran al monte de manera tan descarada. No pensé -llamadme ingenua- que acabaran asumiendo las maneras y gestos chaviztas. De Chavez, con Z. Aunque el otro tampoco sería muy estimulante. Ya no se trata de demagogia. Se trata de una profunda irresponsabilidad y las consecuencias las pagaremos todos los españoles. Las estamos pagando, de hecho.
Y la guinda, según cuenta e-noticies, la ha puesto el diputado independentista de Solidaritat Alfons López Tena, que en una entrevista en Els Matins apunta que "hay que reventar España desde dentro y hacer daño a los intereses españoles". Bonito, bonito, como la canción de Jarabe de Palo.
Y así vamos, echando en el estómago de España esas bolas indigestas de sustancias de lo más diverso para que explote de una vez. O muera lentamente, quien sabe.
Ambas declaraciones me ponen los pelos de punta, qué queréis que os diga. Y yo me lo iría tomando muy en serio porque unos avanzan y otros permanecen atrincherados. Aviso.
Acabo de leer tu artículo "¿Abordaremos en España la reforma?" en LibreMercado.com, y me gustaría hacer un comentario. (No sé si es muy ortodoxo comentarlo en el blog pero, sinceramente, lo hago porque sé que aquí lo vas a leer). Yo sigo con mis ideas originales y en el caso de la sanidad digo que lo que hay que hacer no es mejorar el sistema, sino cambiarlo. Es como si intentas calentar una habitación quemando billetes en la chimenea; es mejor quemar billetes de cinco euros que billetes de mil, pero es mucho mejor dejar de quemar billetes y comprar carbón. En la sanidad, yo propongo abandonar el método actual y copiar el método de la aviación. Las dos actividades se enfrentan al mismo problema: tienen que arreglar máquinas muy complejas de modo infalible; sin embargo ambas resuelven ese problema de maneras muy diferentes: la sanidad lo resuelve con unos profesionales muy preparados (médicos) que llevan todo el conocimiento en sus cabezas, mientras que la aviación lo resuelve con unos profesionales menos preparados (mecánicos) que llevan algo de conocimiento en sus cabezas y el resto en manuales. La eficacia de los dos métodos es parecida: los enfermos no se mueren y los aviones no se caen, pero la eficiencia es muy diferente: volar es cada vez más barato y curarse es cada vez más caro. Todo esto lo explico algo mejor en mi página web:
ResponderEliminarhttp://elmundosemueveconideas.webs.com/lasanidad.htm
Espero que tus lectores y tú lo encontréis interesante. Salu2
Sobre el tema que tan bien planteas, he leído hace poco un artículo muy bueno. Te dejo el enlace
ResponderEliminarhttp://hayderecho.com/2011/09/23/consenso-concordia-y-vinculacion-al-orden-constitucional/