Está bien. Un poco avergonzadilla sí estoy. Desde el lunes que no aparezco por aquí. He mirado de reojo, eso sí. Con lo que me he dejado llevar por la inercia de esta extraña semana.
Con los síndromes pre-clásico, pre-gubernamental, pre-lotería y pre-navideño a cuestas, ahí seguimos todos, viéndolas venir, expectantes. Rajoy de estreno en Marsella y Zapatero de despedida en Bruselas. Por cierto, os habéis fijado que sus hoyuelos vuelven a lucir esplendorosos? Sí, lo sé, pero es que me gustan, no lo puedo evitar.
Sigo. Y lo hago sin disimular mi extraña fijación en el más débil. Mañana ya hablaremos del Gobierno. Hoy quiero hacerlo al respecto de lo que se está cociendo en los fogones de Ferraz.
Y cuando lees confidenciales hablando otra vez de "Nuevas Vías", no puedes más que llevarte las manos a la cabeza. Sus nombres: Leyre Pajín, Eduardo Madina, Óscar López, Emiliano García-Page.
Pero no por su juventud, ni por su ambición, ni por su inexperencia -porque ésta no se adquiere por más años que ostentes un cargo si no va acompañada de una gestión que te avale- ni siquiera por su falta de pudor a la hora de creerse capaces para liderar un nuevo proyecto.
Simplemente porque ya va siendo hora de que los socialistas vuelvan a creer en algo, en un proyecto y en un líder capaz de llevarlo a cabo. Y estoy convencida de que debe haber gente sólida y competente con ganas de diseñar una oposición firme y seria. No queda tiempo para la demagogia. Y ya no es electoralmente rentable. Eso sí ya lo habrán aprendido.
Creo muy sinceramente que el Gobierno de una nación requiere siempre de una oposición potente. Y que le marque. Que le siga los pasos de cerca. Porque no hay mejor manera de hacer bien tu trabajo que cuando sientes que debes presentar resultados y que éstos van a ser examinados. No estoy hablando de presiones absurdas. Hablo de trabajo serio.
El liderazgo no nace de un día para el otro. Se va haciendo, se va forjando. Las dotes para el ejercicio del mismo sí están ahí. Y ahora mismo, ignoro quien o quienes pueden ser los más adecuados. Pero espero que no cometan el error de elegir a alguien por eliminación. Porque ahí es donde triunfan los mediocres. Los clásicos que surgen de las terceras vías, los que menos enemigos han dejado por el camino, los más grises, en definitiva.
Eso ya es cosa de ellos y de sus procesos congresuales. Pero se juegan mucho.
Acabo hoy recordando una de las frases que más me gustan de Peter Drucker: "Los planes son solamente buenas intenciones a menos que no degeneren inmediatamente en trabajo duro".
Lo que sirve para unos y para otros.
El espíritu de este cuaderno digital no es otro que el de reunir ideas,pensamientos,gustos cinematográficos o gastronómicos,lecturas estimulantes o viajes sugerentes.Me interesa todo aquello que tenga que ver con el ámbito social y político,me interesa la libertad y su búsqueda permanente,me interesan las diferencias entre la óptica femenina y masculina,me interesan,en definitiva,las personas y su encaje en una sociedad cada vez más compleja.Y me apetece contarlo en mi propio espacio.
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