Ya tenemos oficialmente al sexto presidente de nuestra democracia. Mariano Rajoy ha jurado su cargo ante Su Majestad el Rey, con el que volverá a verse en torno a las 18:30 h para darle a conocer los nombres de su Gabinete. Los nervios siguen. Y el tablero de ajedrez dispuesto para el movimiento de todas sus fichas. Hay más de un peón que dará el salto. Convencida.
Mientras, algunos socialistas se han apresurado a redactar un Manifiesto que lleva por título "Mucho PSOE por hacer", al que ya se han adherido -sin aguardar siquiera las formas- muchos dirigentes socialistas que siguen ostentando su cargo en funciones, y a cuyo Gobierno se supone han pertenecido no sin relevante influencia. Como sanguijuelas, algunos. La dignidad aparcada en un escaño.
Aunque -ya nos acordamos- en el 2004, todavía se escucha a quienes bramaban en contra la Guerra de Irak y en contra de quien había sido el Presidente hasta ese preciso momento. El mismo que les había nombrado Ministros y Secretarios de estado. El lado más ruin y oscuro de la política siemrpe asoma en la derrota, está claro. Pero así, de vez en cuando, un poquito de pundonor, nos refrescaría bastante.
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