sábado, 13 de agosto de 2011

Pasan los días

Pasan los días. Demasiado deprisa, añadiría. Han ido pasando las horas en mis días de viaje por mi querida New England y ahora de descanso en mi también querido Mediterráneo a una velocidad tremenda. Pero lo necesitaba y por eso este pequeño break en este espacio. No porque no me resulte placentero, que lo es. Tan sólo he dejado de "alimentarlo" día a día procurando una cierta desconexión mental.

He estado pensando, además, en nuevos temas, en nuevos enfoques. Lo iremos viendo. Tengo, asimismo, asuntos acumulados que he ido anotando. Por ejemplo, desde aquí quiero apoyar, tal y como hice en su día, a Cacaolat, que parece podrá salvarse del proceso de concurso de acreedores en el que está sometida Nueva Rumasa y que podría pasar a manos de Clesa, que ya se le ha autorizado a adquirir el 95% de las acciones por un valor de por lo menos 20 millones de euros.

Me comentan que una de las favoritas por los trabajadores sería Vichy Catalán, otra de las empresas autorizadas, ya que han dicho públicamente que mantendrían a la totalidad de la plantilla y mantendrían tal cual la línea de producción del famoso batido de cacao.Veremos, pues. Desde aquí, mi ánimo a todos ellos.

En cuanto a los deberes de exploración en la calle al respecto de Obama, hay bastante coincidencia, tal y como os apunté en los post anteriores, en cuanto a la "desafección" y falta de ilusión. Los suyos le reprochan no haber sido suficientemente duro, los republicanos le reprochan su "debilidad" para afrontar según qué aspectos de la gestión de la crisis. Los ciudadanos, bastante tienen con pagar a un 1 dólar el litro de gasolina, teniendo en cuenta su índice de consumo y a cómo lo venían pagando hasta ahora. El votante y el no votante está preocupado y el debate de las tax se queda para los círculos más reducidos. Demandan hechos y poder trabajar como siempre, levantando esa gran nación día a día.

Y esta semana nos hemos desayunado con Berlusconi y sus drásticas medidas de ajuste. Tiene bemoles que don Silvio nos venga a dar lecciones. Pero las tenemos que aplaudir. No hay otra.

Y nosotros, pues a nuestras cosillas domésticas habituales. En este punto os dejo mi columna del jueves pasado al respecto de "nuestros asuntos".

Permitidme que ya no me extienda. Mucho me temo que el otoño vendrá largo, intenso y repleto de "nuestras cosillas" pero con mayores dosis de demagogia, estupideces diversas y afirmaciones que nos demuestran día a día que nos consideran absolutamente lerdos. Esto es lo que hay. Así pues, tomémoslo con calma y que vayan pasando los días hasta la vuelta al trabajo.

Por cierto, conocí a varios jóvenes en Maine que ya estaban preparando sus maletas para su viaje a España en la visita del Papa Benedicto XVI. Ánimo y fuerza también para todos ellos, a todos los que han venido de todas las partes del mundo. Y sobre todo, oídos sordos a tantas necedades.


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