viernes, 28 de diciembre de 2012

jueves, 13 de diciembre de 2012

Feliz Navidad, mi camarada

A raíz de la incursión en Twitter de la cuenta @Pontifex y a raíz también de las críticas recibidas a la felicitación navideña con el portal de Belén por parte del Congreso de los Diputados en la misma red social, he querido decir algo al respecto.

Y aquí está. Lo que hoy cuento en Libertad Digital. A ver qué tal.

Feliz Navidad, mi camarada.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Yo, Artur

Pues eso. Tras las elecciones autonómicas de Cataluña y tras el escenario que se nos ha quedado, le dedico estas palabras a Artur Mas.

La columnita de Libertad Digital publicada hoy.... Yo, Artur.

Espero que os guste.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Paréntesis

Una temporada sin asomar por aquí. Muchos temas acumulados, deudas pendientes (a @ArtanisD le debo "un Draper" desde que vi el último episodio de Mad Men), libros aún sin comentar, alguna película sin desgranar, algún local sin mencionar en la última visita a NY -post hurricane-, y un par de restaurants que tengo el deber gastronómico de mencionar. Uno en Madrid, otro en el Puerto de Santa María.

Todo ello sin hablar de las elecciones en US, que siempre comentamos por aquí, los capítulos secesionistas de mi querida tierra y por supuesto la Huelga General.

Una retahíla, en fin, de asuntos pendientes.

He necesitado un pelín de respiro, pero lo cierto es que el día a día me ha devorado. Sin contemplaciones. Aunque me he propuesto no permitirlo.

Porque echo de menos este espacio. Al fin y al cabo, es ya muy nuestro.

Así que tras unos azotes autoflageladores, cuelgo la columna de hoy en Libertad Digital. Y quién sabe lo que contaré mañana.

El nacionalismo ya no es romántico

Pues eso. Saludos. Y abriguémonos, que nos va a hacer falta.

jueves, 4 de octubre de 2012

SUS OJOS ME LO DIJERON

Sé que algunos de vosotros me tildaréis hoy de blandita y sensiblona. Es posible. Lo que es cierto es que todo el proceso iniciado desde ya hace un tiempo en Cataluña me hace tener sensaciones agridulces.

Estoy triste. No os voy a engañar. Y supongo que así lo transmito.

Quiero seguir creyendo en que el seny no acabe por abandonar al President. Y así se lo dije.
Porque necesito seguir creyendo en una restauración de las relaciones entre Cataluña y España. Porque son complementarias y siempre se han enriquecido mutuamente. Y por mucho más...

Aquí está la columna de hoy en Libertad Digital: Sus ojos me lo dijeron.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Estas cosas nuestras

Pues eso. Lo sé, he estado unos cuantos días silbando. Algunos me habéis reclamado pieza por la Diada y sus consecuencias. Todo llegará. He querido digerir un poco los acontecimientos.

Hoy, en Libertad Digital, describo cómo Su Majestad el Rey se ha limitado a llevar a cabo su trabajo, por el que ha recibido no pocas críticas.

Esta España nuestra es apasionante. Sin duda.

Aquí os lo dejo: Estas cosas nuestras...


jueves, 6 de septiembre de 2012

Lo que el deporte ha unido...

Hoy he querido dedicar la columna de Libertad Digital al Premio Príncipe de Asturias del Deporte a Iker Casillas y Xavi Hernández.

Bien es cierto que ha habido algo de polémica al respecto del galardón y si soy realmente honesta, he de confesar que me gustaba especialmente la candidatura del Comité Internacional Paralímpico. Pero me ha compensado la intención con la que, entiendo, se ha concedido este reconocimiento.

Aquí está: Lo que el deporte ha unido...

Que tengáis un buen día.

jueves, 30 de agosto de 2012

Hoy, Twitter, es algo menos libre

Un día como hoy de hace un par de años iniciaba esta aventura bloguera que, es de justicia reconocer, sólo me ha proporcionado satisfacciones.

Seis meses más tarde, decidí combinar el Blog y compartirlo en Twitter, otra herramienta que no ha hecho más que reportarme buenos momentos y sobre todo, buenos compañeros. Alguno, de hecho, ya amigo.

Hoy es un día, precisamente, en el que uno de ellos se ha visto forzado a abandonar el más famoso de los microblog debido a las amenazas permanentes y recurrentes de algunos followers y no followers, de algunos grupúsculos que están organizados en la red con un único fin: insultar a quien no comparte sus tesis y amenazar a quien vierte su opinión al respecto de una misma situación. Es decir, poner en práctica una actitud puramente totalitaria.

El tema central es la visión diametralmente opuesta entre quien ve a una Cataluña fuerte y grande dentro de una España diversa y culturalmente estimulante y los que quieren verla separada, independiente y diseñando un proyecto propio. Y en un sistema democrático se puede defender tesis diversas al respecto. Pero hay fronteras muy peligrosas de traspasar. Y me refiero a otro tipo de fronteras. La que separan la libertad de la imposición. La que separa la discusión de una agresión.

Pero cada día se suceden debates en torno a temas de todo tipo.

Ayer cerró su cuenta de Twitter Juan Carlos Girauta. Un periodista de trayectoria impecable y de ideas claras que actualmente las suele exponer en ABC. He podido darle mi apoyo y mi ánimo por teléfono. Pero no es suficiente.

A tipos como Juan Carlos, que se quedan defendiendo la libertad prácticamente en solitario, que se enfrentan en debates a algunos que, en privado, piensan de manera similar aunque ya están inmersos en un proceso tal de contaminación que no se atreven a decirlo en público, hay que aplaudirles.

Pero de manera pública. Ya está bien. Y hay que pedir a Twitter que determinados comportamientos no los consientan.

Muy pocos son los que se han dirigido a Juan Carlos con la cara descubierta. Con su nombre y apellidos en letra bien clarita. Las amenazas e insultos más descarnados vienen tapados en cuentas fantasma, en avatares de lo más evidentes, pero que esconden la identidad de quien o quienes escriben esos tweets. Algunos de ellos, francamente espeluznantes.

Así que hoy le digo al señor Jack Dorsey que revise según qué condiciones son necesarias para mantener en su red social unas ciertas normas de convivencia.

Al fin y al cabo, como no me he cansado de repetir en este Blog, una buena parte de nuestros males reside simplemente en la educación.

Y Girauta, ya exhausto, ha decidido darse un respiro. Un respiro que respeto y en el que deseo que regrese con aires nuevos. Pero con el mismo coraje.

jueves, 23 de agosto de 2012

AL OTRO LADO DEL MURO

La columna de hoy en Libertad Digital al respecto de las "ocupaciones" de Sánchez Gordillo.

Al otro lado del muro es el título.

Pues eso. Feliz casi fin de semana. Sed felices.

lunes, 20 de agosto de 2012

Superando la pereza

Varios días son los que llevo barruntando sobre si escribir las líneas que a continuación os relato. Tras algunas jornadas de ausencia aunque con cierta actividad en Twitter, creo que, aunque los que me conocéis desde hace tiempo tengáis clara mi posición, me daréis la razón si os digo que conviene recordarla de vez en cuando. Aunque nos parezca agotador hablar sobre lo que a mi, desde luego, me parece obvio.

Pero sí. No sólo hay que recordarlo. Hay que ser muy conscientes de que realmente merece la pena.

Bien. No he llegado a contar las columnas que habré podido dedicar a las relaciones entre Cataluña y el resto de España. Convendréis conmigo, que unas cuantas. No en vano, una columna semanal durante los últimos cinco años, dan bastante de sí.

Cinco años, por cierto, en los que la cuerda entre ambas se ha tensado notablemente. Y tiene sal. Y está áspera,  como a punto de resquebrajarse.

Pero no quiero dejar de insistir en varias cuestiones.

Y una vez superada la pereza inicial, os digo.

El proceso político de una Cataluña nacionalista empezó hace mucho. Éste ya lo planteó Jordi Pujol, quien, a pesar de ser mucho más listo y sutil, tenía perfectamente diseñado en su mente y en sus acciones el camino a seguir.

Nadie pensó -algunos, sí- que Cataluña tomaría la deriva que se ha demostrado ha ido tomando. Nadie en "Madrid" -alguno.. sí- pensó que sus herederos políticos se plantearan ir más allá.

Y desde luego, nadie creyó que llegara a gobernar la Generalitat una unión de partidos que acabara de dilapidar buena parte del prestigio que nos enorgullecía y que nuestros fondos fueran maltratados hasta llegar a la ruina económica, más allá de la crisis generalizada. Más allá de pactos fiscales.

Vino el Estatut, redactado de manera unilateral, nada de sentarse con el Estado al que tan dignamente perteneces, y junto al que has hecho cosas enormes, empresas fructíferas, proyectos gratificantes, en fin, con el que hemos caminado de la mano, con riñas habituales, como en todas las familias.

Y la cuerda soltaba más hilos. Si estiréu ben fort...que cantara Lluis Llach...

El ciudadano de fuera de Cataluña y no pocos de dentro, empezaba a sentirse ofendido. Cada vez más. Y más. Y empezaron los contraataques. Algunos, francamente demodelores. Muchos -la mayoría- por absoluto desconocimiento. Otros, malintencionados. Que también.

Y todos, sin saber que contra más subía la intensidad de esos ataques, más aumentaba el apoyo nacionalista. Habían picado. Lo habían conseguido.

Me dijo en una ocasión un alto dirigente de ERC que su mejor cartel electoral había sido José María Aznar. Me hizo gracia. En parte, por lo injusto, porque fue durante su mandato cuantas más transferencias hubo a todas las CCAA. Curiosamente. Aunque entendí lo que me quiso decir.

Y ahora vamos camino de un referéndum. Veréis el próximo 11 de septiembre cómo se presenta la jornada. Pero, sabéis una cosa? Lo ansío. Ansío ese referéndum. Porque sé que el resultado puede gustarnos. Y quizás, sólo quizás, se calman una temporada.

Cuando entró en vigor la Ley de Normalización Lingüística del año 95, muchos lo advertíamos. Lo decíamos en debates y tertulias cuyas centralitas se colapsaban. Pero si no se aplican las multas, nos decían. Y qué? -contestábamos- , sólo la posibilidad de que se pueda hacer es un claro atentado a la libertad. Por qué debo rotular mi comercio en catalán? Por qué no puedo escolarizar a mi hijo en un sistema normal y naturalmente bilingüe?

Bueno, en la calle no hay problema. Y sí. Es cierto. Y? Qué necesidad tenemos? Si somos un pueblo enorme, grande, con virtudes exquisitas y con algún puñetero defecto.

Quiero, sin extenderme demasiado más, recordar otra cosa.

Somos muchos, muchísimos, los catalanes españoles que amamos nuestra tierra. Que consideramos una riqueza absoluta la diversidad de la que goza España. Que leemos y amamos en catalán, indistintamente como lo hacemos en castellano. O en español. Llamadle como queráis. Son mis lenguas maternas. Ambas.

Somos muchos los catalanes que no convergemos con ninguna tesis nacionalista. Ojo. Con ninguna. Tampoco de otro tipo. No nos gusta el nacionalismo como doctrina política. No nos gusta una doctrina que propugna una homogeneización cultural y lingüística dentro de unas mismas fronteras. Pero ninguna.

Y sabed una cosa. Cuando atacáis la política de Cataluña dirigiéndoos a todos los catalanes, en general, nos ofendéis a muchos. Tenedlo claro. Cuando hacéis coñitas diversas con nuestra otra lengua, también.

Porque puedo criticar a un familiar pero ojo, porque cuando lo hacen otros, sabéis cómo puede escocer.

Otra cuestión antes de desayunar.

La culpa de esta situación no es sólo de los políticos. Nada. Excusas fáciles. Sí es cierto que se produjo un divorcio entre la sociedad civil y la clase política.

Pero no es menos cierto que esta sociedad civil que tantas alegrías y triunfos ha dado al pueblo catalán, esta sociedad civil que en su dia potenció el modernismo, a la vanguardia en España siempre de los movimientos culturales y empresariales europeos, tiene también buena parte de responsabilidad.

Porque ha permanecido al margen, con una confortable venda en los ojos, mirando hacia otro lado haciendo como que no le importaba. Y comentando en círculos privados lo que no ha tenido el valor de defender en el ámbito público.

Así que todos, salvo algunas excepciones, somos responsables de la situación que pueda acabar derivando.

Y ahora, sí. Antes de que revise estas palabras y pueda corregir alguna por considerarla demasiado primaria, voy a tomarme un zumo vitamínico y un café, con unas tostadas con tomate untado y aceite. Aceite puro virgen de oliva, como le gusta a @Guals. Y como nos gusta a todos los españoles.

Porque una servidora, a diferencia de otros muchos, sí cree que sigue mereciendo la pena recordar lo obvio.