Tenía enormes ganas de visitar Virú. Pensaba que se trataría de una prolongación de Astrid&Gastón, local en el que había trabajado como Jefe de Cocina Kiko Zeballos y cuya visita era obligada, por supuesto, para los amantes de la exquisita cocina peruana.
Debo decir que mi experiencia en Virú este fin de semana superó a la vivida hacía ya tiempo en el anterior. Y con creces. Me fascinó. Y nuestros bolsillos salieron menos perjudicados ante un trato excelente en un minimalista local de la madrileña calle de Claudio Coello, donde la justa separación entre una mesa y otra te garantiza la privacidad necesaria.
Me emociono al recordar el impecable ceviche clásico, de corvina, el pez mantequilla en costra de especias y el tradicional pero perfectamente ejecutado Ají de gallina. El maravilloso Pisco Sour que tomamos de aperitivo nos hacía temer la prometedora noche que teníamos por delante.
El postre escogido, de nombre Suspiros, da fe de ellos al probar esas yemas y una de sus versiones con mango. Salivo al recordarlas. Sensacionales.
Os diré que ni mi marido ni yo quisimos después rematar nuestra magnífica velada con nigún gin&tonic. Deseábamos que los aromas y sabores de esa noche en Virú permanecieran con nosotros un largo rato. Unos momentos, sin duda, inolvidables.
El espíritu de este cuaderno digital no es otro que el de reunir ideas,pensamientos,gustos cinematográficos o gastronómicos,lecturas estimulantes o viajes sugerentes.Me interesa todo aquello que tenga que ver con el ámbito social y político,me interesa la libertad y su búsqueda permanente,me interesan las diferencias entre la óptica femenina y masculina,me interesan,en definitiva,las personas y su encaje en una sociedad cada vez más compleja.Y me apetece contarlo en mi propio espacio.
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