domingo, 21 de agosto de 2011

Impuesto sobre niños "ruidosos"

Veamos. Antes de que nadie se escandalice,debo advertir del nulo planteamiento políticamente correcto del post de hoy. Lo siento, hace tiempo que lo pienso y alguien tenía que decirlo.

Me refiero a lo que los economistas denominan como externalidad negativa aplicada en este caso a los gritos incontrolados de algunos niños de padres desentendidos. Esto es, cuando estás pagando el coste de una habitación de hotel con una terraza estupenda igual o más de espaciosa que el dormitorio y servicio impecable, contadas habitaciones, con supuesto encanto y tranquilidad, el tener que soportar los gritos de niños ajenos supone una imposición de costes sociales superiores a los privados. Es decir, tocar las narices a a gente que no pertenece a la misma familia.

Así y por lo tanto, siguiendo el principio de quien contamina paga, habría que poner un impuesto Pigouviano afectado en favor de los que sufren los gritos sin tener relación de parentesco con los fatídicos niños (toma lección del husband aprendida en una tarde).

Aclaro. La culpa no es del niño pesado en sí mismo. Una servidora, sin ir más lejos, fue una niña pesadita y según algunos, puede, incluso seguir siéndolo. La culpa la tienen los padres, que están agotados y cansados. Lo siento, que cada palo aguante su vela. Y a mi que me registren, no es asunto mío.

Otra de las muchas diferencias, por cierto, de España con el resto de países civilizados.

Con lo que la factura del hotelito estupendo con piscina ideal y entorno privilegiado debería verse reducida con el impuesto que pagaran los padres o familiares de los niños gritones que se lanzan al agua desafiando el principio de Arquímedes.

Y no es coña. Es uno de los impuestos que muchos aplaudiríamos con verdadero entusiasmo.

Pues nada, a seguir disfrutando del veranito.



6 comentarios:

  1. Absolutamente identificada contigo.Además de eso incluiria otros supuestos como es el caso de la falta de higiene de determinados elementos que creen tener derecho a aventar sus antihigienicos cuerpos,alientos,y o costumbres.
    No puedo soportar que me sirva la mesa un camarero con olor a sobaco de 30 dias concentrado y recalentado.Ni otro con pelos largos, grasientos y al viento, ni otro con las manos llenas de padrastros.Ni pasear por una calle llena de lapos ¿por que no se multan los lapos?

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  2. En mi modesta pero visionaria opinión se juntan tres elementos. Dos no son específicos de España pero el tercero, sí: a) somos mediterráneos gritones; b) vivimos la época de la "rebelión de la masa", y la gente no entiende la necesidad de disciplina, ni siquiera al educar a sus hijos; c) el problema anterior se agrava en España, porque somos un país enfermo, en una especie de "revolución fría" permanente (debido al famoso y enigmático "problema de España").
    Cambiando de tema, he subido a YouTube el fragmento de "Julia" que da título al blog. No sé si se pueden poner vídeos con derechos de autor en los blogs, pero supongo que sí se podrá poner un link. Por si acaso aquí lo dejo:
    http://www.youtube.com/watch?v=TFYpPphM5w8
    Un saludo.

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  3. Querido Eduardo;

    Ante todo decirte que tu enfoque sobre "el problema de España y nuestra fealdad" me pareció de lo más interesante, me ha hecho mucha gracia, la verdad.

    En cuanto al asunto que hoy nos ocupa, no puedo estar más de acuerdo contigo.. Hoy me ha dado por los niños gritones, como podría darme con las mesas de más de seis comensales, a los que yo les cobraría un plus por folloneros. En US, por ejemplo, les cobran un mínimo del 20% de tip a partir de ese número incluido en la cuenta, no por gritones, sino por trabajo añadido. En España debería de ser el doble, por estruendosos.

    Por cierto, me has emocionado con el hallazgo del vídeo. Voy a ver si puedo utilizarlo, soy algo torpona, más allá de los derechos de autor. Muchas gracias, de verdad.

    Un saludo de lo más cordial.

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  4. Querida anónima,

    Planteas varios asuntos con toda la razón , a cual de ellos más escabroso y real. Podríamos irnos también a determinados taxistas, a los que no les varían la tarifa aunque no tengan aire acondicionado, la tapicería esté roída y lleven música maquinera a toda pastilla. Es real, me sucedió en Madrid.

    En fin, poco a poco. Saludos.

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  5. Si tienes alguna escena que te guste especialmente, dímelo. Me encanta subir vídeos a YouTube. Y si quieres que te enseñe a hacerlo, te hago un tutorial en un plis plas. Es otra cosa que me gusta hacer.

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  6. Pues no sabes cómo te lo agradezco, Eduardo. He incorporado tu link en el inicio del Blog, en la explicación de Sin Pentimenti.

    Lo tendré en cuenta, sin duda.

    Saludos cordiales.

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