martes, 4 de octubre de 2011

Attitude is everything, Mr. Obama



Nos dice Barack Obama: "estoy acostumbrado a ser un perdedor". Discúlpeme, Presidente, pero no me gustan sus palabras. Porque usted, precisamente, y dejando de lado una mayor o menor sintonía ideológica, fue quien nos demostró que con determinación, esfuerzo, perseverancia, confianza en uno mismo y en el proyecto que representa y algo que contar bien contado se puede llegar a dónde uno quiere.

Attitude is everything, me decía un antiguo profesor. Y estas palabras me acompañan siempre, allí donde voy. En una entrevista transmitida conjuntamente en ABC News y Yahoo, el presidente de los States ha confesado que su posición es débil, que parte de una situación complicada. Bien, así es. A pesar de que los candidatos que se perfilan en las filas republicanas sean manifiestamente mejorables. De hecho, más de uno me pone los pelos de punta, para qué nos vamos a engañar. Las encuestas sobre la valoración de Obama son demoledoras y la proliferación de posibles candidatos demócratas nos adelanta la lucha interna que se fraguará en los próximos meses. Pero no es suficiente. No, Mr. President. No nos venga ahora con esas, porque usted encarnó para muchos la esperanza, aunque luciera vestido 2.0.

Este verano -ya lo conté por aquí- ya no vi aquellos rostros repletos de ilusión a lo largo y ancho de Massachusetts y Maine. Ni en New Hampshire. Estaban profundamente tristes. Y no era sólo por la crisis. Tampoco sólo por los dólares en aumento de sus galones de gasolina. No. Era mucho más que eso. Sus rostros me contaban la decepción. Pero la de usted, la suya misma en sí mismo. Y eso es lo peor que un presidente puede ofrecer al pueblo que gobierna. Y sé de lo que hablo. Soy española.

God bless you, Mr. President.

1 comentario:

  1. Apreciada Eva: Yo creo que al pobre Obama, que lo tiene negro de por sí, le acabó de gafar ZP con su visita.

    Su popularidad está bajo mínimos; y es que sus conciudadanos le comparan cada vez más con ZP y se les ponen los pelos de punta. Obama vendió su "Yes, we can" lo mismo que aquí ZP vendió su "talante" y su "diálogo". Y tanto aquí como allí estamos deseando que salten de su poltrona, se encierren en un agujero y no vuelvan a salir de allí.

    Y bueno, Rajoy, a mi modo de ver, es manifiestamente mejorable (se me cayó al suelo cuando dijo aquello de "yo soy un mandao y hago lo que me dicen"); pero siempre será mejor que un parvenu que encima es monigote de otros y cuyos hilos son movidos desde la sombra.

    Saludos,
    Aguador.

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