Lo asombroso del asunto es que el candidato brasileño propuesto por Lula Da Silva, Graziano Da Silva, se haya hecho con el puesto con tan sólo 4 votos de diferencia, teniendo en cuenta algunas de las actuaciones que en el ámbito internacional llevó a cabó nuestro representante. De nota han sido sus declaraciones al respecto de acabar con el hambre en el mundo en apenas tres años. La frivolidad será, sin duda, uno de los rasgos que más se asociará a este agónico Gobierno.
Y ya que hablamos de frivolidad, no podía faltar aquí nuestra añorada Bibiana Aído, quien pasa a ocupar una plaza en la sede neoyorquina de la ONU como consejera de Michele Bachelet en On Women, quienes han asegurado que la actual Secretaria de Estado de Igualdad "tiene una distinguida de carrera de servicio público para el Gobierno de España".
Voy, simplemente, a colgar el resumen que ha hecho Libertad Digital de las "perlas" más sonadas a su paso por el Ministerio. La "Atila" de la Administración, vamos.
Pues nada, que lo disfrutéis. Más evidencia de que el barco va a quedar definitivamente a la deriva con todos sus tripulantes lanzándose por la borda con chalecos deluxe, pocas más. El problema es que ese barco se llama España y somos unos cuantos pasajeros más de los que transportaba el Titanic.
La explicación de la proliferación de organismos internacionales perfectamente inútiles es muy sencilla: la burocracia siempre genera más burocracia por la sencilla razón de que a todos los implicados en su generación, mantenimiento y expansión (ex-políticos de todos los países y colores posibles)les interesa disponer de un retiro dorado cuando se les acaba el chollo en sus respectivos países: de alguna manera es el equivalente a los paraísos fiscales: siempre existirán porque los que tienen mucho dinero y poder siempre querrán tener guardado un as en la manga por si las cosas se ponen realmente feas en sus respectivos países.
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