Lamento esta semana de ausencia. El poderoso motivo es la despedida de mi madre. Así que poco a poco y con el alma a cuestas y arrastras, intentaré incorporarme de nuevo a mi rutina.
De hecho, procuraré entregarme a fondo porque se ha ido mi principal lectora, seguidora y escudriñadora. Mi principal crítica, también. Y mi referente. Así que seguiré adelante intentando no defraudarla.
A mediados de enero leí esta columna de Pilar Rahola, al hilo del fallecimiento de su suegra. Sabía ya por entonces que el final de mi madre llegaría en estos meses y me emocioné tanto que así se lo trasladé.
Hoy no tengo fuerzas para mucho más.
Afortunadamente aún no me ha llegado ese momento inevitable de perder a mis queridos padres, pero imagino lo doloroso que debe ser (creo que es a raiz de ser padre cuando los hijos somos realmente conscientes de lo mucho que nos quieren nuestros padres y de lo importantes que son en nuestras vidas) y te acompaño sinceramente en el sentimiento.
ResponderEliminarNo suelo entrar por aquí mucho la verdad, pero hoy ha dado la casualidad. Un abrazo fuerte de un compañero de columnas de LD.
ResponderEliminarAdolfo D Lozano
Mi mas sentido pésame doña Eva. Para usted y toda su familia.
ResponderEliminarfirmado: Un madrileño de familia catalana que ya no vive en Madrid.
Muchísimas gracias, de todo corazón. Siempre es duro perder a una madre pero teniendo ella 65 años te hace aumentar la sensación de impotencia e injusticia.
ResponderEliminarOs lo agradezco de veras, me da mucha fuerza.
Por cierto, al madrileño de familia catalana: espero que, de estar por tierra, sea bien tratado.
Siento mucho la pérdida, no la he sufrido pero no quiero ni imaginar lo doloroso que puede ser. Mucho ánimo y mucha fuerza! Tienes muchos lectores y seguidores! Un abrazo. Paloma
ResponderEliminarEva, siento tener que enterarme de la muerte de tu querida madre, por este medio. La millor oració, per ella.
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