viernes, 10 de junio de 2011

¿Todavía no está claro?

Impresionante. Si hay una cosa que me molesta profundamente es la gente de cambia a la ligera de criterio. Peor aún. Los que carecen de él. Estemos o no de acuerdo, compartamos uno o dos puntos de vista o ninguno. Pero criterio, al fin y al cabo.

Segunda noche en Las Cortes

Bien. Desde que el primer día colgué un post en este rincón manifestando dudas al respecto de las acampadas y sobre todo, la procedencia ideológica de las mismas, no he dejado de recibir mensajes y correos en los que se me alertaba de que era un movimiento mucho más importante de lo que creíamos.

Mi asombro ha sido total a lo largo de las tertulias matutinas. Donde dije digo digo Diego. Este es el asunto. Los que iban de "no, o sea, de verdad, son tipos súper normales, que sólo quieren una sociedad mejor..." han pasado a decir sin inmutarse que deben desalojar las plazas de inmediato y sin contemplaciones. De los nervios, me ponen.

400 "indignados" decidieron ayer noche instalarse frente al Congreso de los Diputados para protestar por la carga policial de Valencia.

Por supuesto, en Barcelona -cómo no- se dirigieron raudos y veloces a instalarse frente a la sede del PP, cuando la carga policial había sido ordenada desde el Ministerio de Interior. Como decimos en mi tierra, se les ve demasiado el llautó. O el plumero, en su versión más castiza.

Vuelvo a decir lo que llevo diciendo desde el primer día. Me encanta que la sociedad civil se movilice y en España, por fortuna, disponemos de muchísimos canales y vías democráticas para dar rienda suelta a  todo tipo de reivindicaciones. Que alquilen un local y se asocien, como cualquier ciudadano con derechos y deberes. Y sobre todo, que llamen a las cosas por su nombre, que nos conocemos hace ya mucho. Y empiezan a estar cansinos, de verdad.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu comentario Eva. Yo llevo diciendo lo mismo en los foros en los que participo desde el 1º día. Lo peor de estos grupos no es ni siquiera lo trasnochado de algunas de sus ultraizquierdistas peticiones (la nacionalización de la banca siempre y la expropiapiación de viviendas vacías siempre son eslóganes "fijos") sino la evidente doble vara de medir que utilizan respecto a los partidos "tradicionales": si les zurran los mossos dirigidos por CIU ¿donde protestarán? ¡¡¡¡Por supuesto ante la sede del PP!!!.

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  2. Por cierto añado que en un 1º momento al 15-M se sumó gente muy bienintencionada que creía honestamente (como creemos muchos) en que hay muchísimas cosas del sistema político y social actual que funcionan rematadamente mal. Recuerdo, por ejemplo, ver en TV a una joven arquitecta que explicaba a la cámara sus motivaciones y la forma de funcionar del 15-M: no pude menos que identificarme con sus problemas y con sus esperanzas e ilusiones de poder contribuir a un cambio real. La verdad es que visto como ha ido degenerando lo del 15-M (con agresiones sexuales incluidas), no me la imagino con la gente que queda del 15-M.

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