Dolorosas medidas, sin duda, las que ha puesto en marcha la Presidenta de Castilla-La Mancha, pero del todo necesarias para asomar la cabeza en el mar de deudas en el que están sumidos los ciudadanos castellano-manchegos.
María Dolores Cospedal apuntaba maneras, como en su día señalamos aquí y no ha defraudado. Una reducción del 20% del total de los gastos de la Comunidad, que suponen, entre otras medidas, la reducción en un 40% del personal eventual. El coste sólo en gastos de personal supondrá un ahorro total de 391 millones de euros hasta 2012.
A nadie le gusta tomar este tipo de decisiones. Son duras, sobre todo por el coste humano que supone. Pero tanto el Sr. Bono como el Sr. Barreda deberían dar una serie de explicaciones, porque el "pesebre" montado viene de lejos. Han permitido, como en otras comunidades -la mía, la catalana, se quedó bien a gusto- que el globo se fuera inflando hasta los límites a los que nos han llevado. Irresponsabilidad absoluta con dinero ajeno.
Deberíamos plantearnos en serio en España el tener que dar explicaciones y pagar por las irresponsabilidades cometidas con dinero público.
Y mientras soñamos con convertir a España en un país democráticamente serio, aplaudo la iniciativa de la Presidenta de Castilla-La Mancha. Me gusta.
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