martes, 15 de noviembre de 2011

La derrota no entiende de amigos



Esta mañana he escuchado la entrevista que le ha hecho Carlos Herrera a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Desfondado, agotado, desesperanzado. Así lo he percibido. Y me ha sorprendido, francamente. Ha tirado la toalla hace días. Si en lugar de ser un sprinter, fuera habitual del Maratón, quizás aún le veríamos en plena forma. Pero no.

¿Os acordáis cuando Mª Teresa Fernández de la Vega -lo que daría por saber lo que piensa ahora- le cedió el testigo al actual candidato socialista? El héroe de la nueva época, poco menos me faltó por leer. Ahora ya no, ahora está solo, como su compi de la foto, aunque por motivos bien diferentes.

Y es que la derrota no entiende de amistad, ni de lealtad. No entiende de compañía ni de lucha. Y ahí estará solo. Ni siquiera ha aclarado si seguirá al frente del partido y se hará carfo de sus Secretaría General. La lucha sin cuartel será realmente dramática. Los cuchillos están a punto, a la espera. Y sin disimulo alguno. Así es la política y al perder, muestra su lado más descarnado, más cruel y más oscuro.

Casi que hubiera podido repescar la tertulia de ayer en Rac1. Al parecer no tuvo desperdicio el rifirrafe entre Pilar Rahola, Carme Chacón y Toni Bolaño (periodista de sello Montilla). E-Noticies nos lo cuenta aquí.

Y es que, a estas alturas, un poquito de marcha es lo que nos mantiene con los ojos abiertos en esta tediosa campaña electoral. Éso y el estrés permanente de la prima de riesgo. Esa sí que nos hace dormir con un ojo abierto. Just in case.

1 comentario:

  1. Estas elecciones las pierde Zapatero, pero todos ellos, Rubalcaba, Chacón, Solbes o de la Vega son responsables colegiadamente del desastre de gestión de estos siete años.
    Solbes ahora también va diciendo por la boca pequeña que se canso de luchar, pero verdaderamente todos podían haber hecho algo mas.
    No tenemos todavía perspectiva para entender la situación pero es dramática y desde luego la responsabilidad del gobierno (de manera colegiada) es muy grande.
    Aunque siempre se podrán amparar en que esto es la consecuencia de un agotamiento del modelo salido de la transición...

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