
Pa Negre, del mallorquín Agustí Villaronga fue la gran triunfadora de la noche. No la he visto todavía. Ayer mismo, sin ir más lejos, quería haber visto este drama rural ubicado en la postguerra del interior de Catalunya y que al parecer huye -afortunadamente- de los estereotipos tan manidos de nuestro cine español, pero la presión ejercida desde hace días por parte conyugal para ver "True Grit", el "Valor de Ley" de Joel y Ethan Cohen me pudo. Así que todavía no estoy en condiciones de comentar nada al respecto. Lo haré, en todo caso, en su momento.
Por cierto, el western de los Cohen, una vez superada la pereza que me produce el género en sí mismo, merece la pena. Pero ahora no toca.
Lo que sí toca es señalar la belleza espectacular -aunque menudita- y la capacidad interpretativa de Elena Anaya. Me chifla desde hace mucho y no quiero dejar de decirlo. Por lo demás, una Gala - a excepción de algunos chistecillos más que mejorables- que estuvo mejor que en anteriores ocasiones y Andreu Buenafuente siempre es una apuesta bastante segura, no nos engañemos. Tiene gracia y tiene tablas.
En cuanto al tema de fondo y a los movimientos internos de la Academia, se irá viendo. Pero movidita hay para rato. Y las envidias, si estáis atentos, ya han empezado a aflorar sin titubeos.
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