miércoles, 16 de marzo de 2011

Atentado de Itamar. Sin pena ni gloria.

El pasado fin de semana, todavía impactada por las imágenes que nos llegaban y siguen llegando de Japón, pude leer con el corazón encogido cómo un matrimonio y sus tres hijos -incluído un bebé de tres meses- habían sido degollados por un terrorista palestino en Itamar.

El brutal y despiadado asesinato ha sido condenado hasta por Mahmud Abbás, quien apuntó que se trataba de "un acto despreciable, inmoral e inhumano". El Presidente de la Autoridad Palestina se pronunciaba así en una entrevista el pasado domingo, el mismo que financia la propaganda anti-israelí.

El Gobierno israelí responde al atentado ...

El cuarteto para Oriente Medio, formado por Estados Unidos, UE, ONU y Rusia se apresuró a condenar el atentado en la colonia judía de Itamar, al norte del territorio palestino ocupado de Cisjordania.

En respuesta, Israel ha aprobado la construcción de 500 nuevas casa en colonias judías en el territorio ocupado de Cisjordania. Una decisión tomada por un equipo interministerial en respuesta al atentado en la madrugada del viernes al sábado, cuya crudeza y bestialidad ha despertado ciertos temores de que pueda arreciar el nivel de violencia.

Esta noticia, por cierto, sí se destacó. Y nos enteramos fundamentalmente del atentado al hilo de la respuesta de Israel.

¿Existe ser humano capaz de perpetrar semejante atrocidad?

Dejo aquí el artículo que escribe hoy Mark Steyn en Libertad Digital. Por claro, por preciso, por contundente. Por decir, ni más ni menos, lo que hay.

Ah, ¿no lo he dicho? Lo suscribo plenamente.

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