
La cuestión es que ayer abandonó la política por cuestiones personales, que no son otras que la relación que mantiene su mujer desde hace años con el guardaespaldas del político y para quien Scotland Yard ya ha solicitado una investigación y la petición de suspensión para el agente. No se andan con chiquitas, no.
Lo que no logro entender y me parece manifiestamente injusto para la víctima, que no es otro -a falta de conocer más detalles de su relación- que, aparentemente, el laborista, es que además del disgusto personal y de la ruptura que, al parecer, le ha supuesto en su segundo matrimonio, es que se vea obligado a dejar el cargo. ¿Por qué motivo? ¿Para evitar comentarios públicos? Pues no me parece suficiente, qué queréis que os diga.
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