Ignoro si la popular expresión "cornudo y apaleado" tiene alguna equivalencia en la sociedad anglosajona, pero desde luego, es lo que habrá pensado el diputado laborista Alan Johnson, uno de los representantes de la izquierda británica con más carisma y mano derecha del actual líder de los mismos, Ed Miliband.
La cuestión es que ayer abandonó la política por cuestiones personales, que no son otras que la relación que mantiene su mujer desde hace años con el guardaespaldas del político y para quien Scotland Yard ya ha solicitado una investigación y la petición de suspensión para el agente. No se andan con chiquitas, no.
Lo que no logro entender y me parece manifiestamente injusto para la víctima, que no es otro -a falta de conocer más detalles de su relación- que, aparentemente, el laborista, es que además del disgusto personal y de la ruptura que, al parecer, le ha supuesto en su segundo matrimonio, es que se vea obligado a dejar el cargo. ¿Por qué motivo? ¿Para evitar comentarios públicos? Pues no me parece suficiente, qué queréis que os diga.
El espíritu de este cuaderno digital no es otro que el de reunir ideas,pensamientos,gustos cinematográficos o gastronómicos,lecturas estimulantes o viajes sugerentes.Me interesa todo aquello que tenga que ver con el ámbito social y político,me interesa la libertad y su búsqueda permanente,me interesan las diferencias entre la óptica femenina y masculina,me interesan,en definitiva,las personas y su encaje en una sociedad cada vez más compleja.Y me apetece contarlo en mi propio espacio.
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