Se acabó. Ya no se ofrecerán más misas en la Universidad de Barcelona hasta que la seguridad esté garantizada. Así se decidió tras la reunión de los representantes de la Universidad con los de la Iglesia, tras el acoso permanente a la entrada y salida de las mismas por parte de los denominados "estudiantes progresistas", que no entienden de tolerancia y libertad.
El decanato de la Facultad de Económicas, donde se encuentra el oratorio, está preparando informes para velar por la seguridad de los que quieran asistir a las misas, una vez éstas puedan retomarse.
Triste. Muy triste que estudiantes universitarios y personal docente vean limitado el ejercicio de sus derechos. Y como de costumbre, la intransigencia viene de los sectores supuestamente "aperturistas", basados en razonamientos rancios y obsoletos.
A ver si tienen arrojo y se plantan frente a una mezquita a reivindar "esos" derechos.
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