La otra noche decidimos que era un buen momento para abrir la botella de Klein Constantia, de nombre Marlbrook, después de que el siglo XVIII, el Duque de Marlborough, conocido en Europa con el nombre anterior contribuyera a su elaboración. Un 50% de cabernet sauvingnon, un 40% merlot y un 10% de cabernet franc, envejecido en roble francés un par de años. Os dejo una foto que tomé en la misma bodega sobre la distribución de la cosecha en 2010, así como una foto general de los viñedos.
Y ahora os presento la botella, ya abierta y en su plena degustación en Madrid, hace pocos días. Junto a una buena cena y una interesante selección de tabla de quesos, puedo dar fe de uno de los placeres más agradables que existen en nuestra civilización. Os la tenía que mostrar:
Gracias a este vino mi marido y yo volvimos a recordar las fantásticas sensaciones olfativas, visuales y gustativas de la experiencia vitivinícola sudafricana, una pequeña parte del más que recomendable viaje a Sudáfrica. A pocos kilómetros de Ciudad del Cabo, las montañas, las praderas, los viñedos y las casas coloniales se funden en un paisaje repleto de historia, color y sabor realmente fascinante.
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