viernes, 10 de diciembre de 2010

Barcelona se bate a sí misma

Barcelona ha rebasado los 13 millones de pernoctaciones. Y ello a pesar de la crisis y episodios como el de la semana pasada como el de la estampida de los controladores en los principales aeropuertos españoles.

Según la Encuesta de Ocupación Hotelera, el 2010 va a cerrarse con más de 6 millones de viajeros. Así, el turismo barcelonés  ha remontado mejor que el promedio catalán y español los momentos más bajos vividos el año anterior.

Sin duda, el ajuste por parte del gremio de hoteleros de algunos precios de establecimientos que venían siendo abusivos han ayudado a equilibrar de nuevo el sector, que asciende de manera imparable no sin causar algunas molestias a los barceloneses en determinadas zonas turísticas.



En la foto, de cosecha propia, podéis ver la fachada del edificio de apartamentos chic de los Derby Hotels - Suites Avenue- en pleno Paseo de Gracia y diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito.

Es de destacar la desestacionalización, ya que a excepción de los meses de enero y febrero, las diferencias entre temporada baja y alta se reducen de manera significativa, más allá de la temporada de Ferias y Congresos.

EEUU y Asia siguen siendo dos mercados muy potentes y a la alza. Por supuesto, el de los vecinos europeos se produce de manera permanente, con lo que franceses, italianos y británicos son los tres grupos más numerosos.

Y yo os digo una cosa. Orgullosa de ser barcelonesa, amo a mi ciudad y me entusiasma hacer de cicerone por ella con amigos. Pero hay asuntos espinosos, como la falta de seguridad y la falta de limpieza, más acusada en la última etapa, algo que debería remediarse cuanto antes.

Otra cosa. Estuve en mayo pasado en Roma. Era mi octava vez. No era temporada festiva y eran días laborables. Los edificios más emblemáticos, además de sucios -que ya lo sabemos- estaban literalmente inundados de jóvenes turistas acostados alrededor de ellos con la grasa de las pizzas rezumando en piedras centenarias. Así, tal cual os lo digo. Y yo no quiero eso, que es el camino por el que vamos yendo.

He tenido que dejar de ir a lugares donde los barceloneses frecuentábamos habitualmente. Repletos, carísimos, carteristas al acecho. Cada día se parece más a una postal de un rincón geográfico de Epcot Center.

1 comentario:

  1. Ya lo decía la canción, Barcelona es poderosa, Barcelonaaaaaa, Barcelonaaaaa!!!

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