El joven cocinero Marc Roca, tras abrir un restaurantito en Begur -en la maravillosa Costa Brava- y haber triunfado con él durante 8 años decidió ampliar su aventura gastronómica abriendo un local en la barcelonesa calle de Londres, en el número 89 -entre Casanova y Muntaner- hace más de un par de años. El espíritu del espacio, decorado al más puro estilo minimal y con fotografías en blanco y negro con sello Colita, es claro y directo: cocina tradicional catalana con un toque innovador francamente interesante y en su justa medida.
Imbatibles los huevos poche con ceps, el trinxat de la Cerdanya a su manera o el pulpo con espuma de patata. Nosotras escogimos un shirah del Penedés, un Albet i Noya. Suave y rico. Por cierto, si a alguien pudiera interesarle le diré que, si le gusta el trinxat - una mezcla de col y patata muy típico de la Cerdanya- tengo una receta para hacerlo con Thermomix que da totalmente en el clavo.
A Blau Bcn podéis ir a almorzar o a cenar, con un amigo, amiga, varios o con vuestra pareja. Disponen, asimismo, de un menú degustación de cinco platos, que no he probado todavía. Nosotras compartimos un total de cinco platos, precisamente. Son raciones más bien reducidas, una cantidad para mi ideal y así probar más sabores. En cuanto al precio, medio-alto, pero ajustado.
¿Que qué tomamos de postre? Un tiramisu deconstruído con una esponja a modo de bizcochito aparte... salivo nada más recordarlo. Hay placeres que perduran en la memoria. Tomad buena nota.
Totalmente cierto. Restaurante y ambiente genial (o fenomenal, como dicen en la capital). No os lo perdais si pasais por BCN, sólo nos faltó la guinda del Gin-tonic para finalizar, que vi como lo preparaban en la barra a unos chicos y no tenía desperdicio.
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